Cuando sufres un accidente —sea de auto, en el trabajo o en un espacio público— lo más importante es tu salud. Pero una vez que te aseguras de estar fuera de peligro, hay acciones legales y estratégicas que muchas personas ignoran… y que pueden marcar la diferencia entre obtener la compensación justa o quedarte sin nada. Aquí te compartimos cinco pasos no tan evidentes pero fundamentales.
- No solo pidas atención médica —pide que quede registrado
Ir al médico es lo primero, pero no basta con “checarte”. Asegúrate de que cada síntoma, molestia o impacto físico que sufriste quede anotado en tu expediente clínico. Si no hay registros médicos iniciales, las aseguradoras pueden argumentar que tu lesión no fue producto del accidente. También guarda todos los recibos, recetas y recomendaciones médicas desde el primer día.
- Documenta tus emociones y molestias en un diario personal
Puede parecer innecesario, pero anotar diariamente cómo te sientes, cuánto te duele, y cómo el accidente ha afectado tu vida puede servir como evidencia sólida. Estos registros ayudan a construir un caso de daños emocionales y físicos más allá de lo visible, especialmente si sufres dolor crónico, ansiedad o trastornos del sueño.
- No confíes en que el reporte oficial incluirá toda tu versión
Los reportes de policía o de supervisores en el trabajo son importantes, pero no siempre reflejan todo lo que tú dijiste o viviste. Si puedes, escribe tu propia versión de los hechos mientras lo tienes fresco y consérvala. Esto puede ayudarte si el reporte oficial omite detalles o tiene errores.
- Protege tus redes sociales como si fueran evidencia en tu contra
Después de un accidente, evita publicar fotos, estados o comentarios relacionados con tu salud, tus actividades o el accidente mismo. Incluso publicaciones inofensivas pueden ser utilizadas por las aseguradoras para decir que no estás tan lesionado como dices. No aceptes solicitudes de desconocidos ni hables del caso en público.
- Consulta con un abogado antes de hablar con la aseguradora
Muchas personas cometen el error de dar declaraciones grabadas o aceptar ofertas rápidas de las aseguradoras sin consultar a un abogado. Recuerda: el trabajo del ajustador es minimizar el pago, no ayudarte. Un abogado especializado puede ayudarte a entender si la oferta es justa o si debes reclamar más por daños, gastos médicos, pérdida de ingresos y sufrimiento.
No todo lo que importa después de un accidente es obvio. Muchas de las acciones más importantes para protegerte legalmente ocurren en los primeros días… y muchas veces se dejan pasar por desconocimiento. Protégete, actúa con estrategia y busca orientación legal antes de tomar decisiones que pueden afectar tu bienestar a largo plazo.
