En medio de tantas noticias desalentadoras sobre inmigración, hay una verdad que muchos desconocen: las visas humanitarias siguen disponibles y siguen cambiando vidas. Aunque el sistema migratorio puede parecer lento o complejo, aún existen caminos legales reales para quienes han sufrido abuso, explotación o abandono. Y lo mejor de todo: en muchos casos, es posible obtener un permiso de trabajo mientras esperas tu aprobación gracias al proceso conocido como “bona fide determination”.
Visas que siguen salvando vidas
Las visas humanitarias no han desaparecido. La Visa U, por ejemplo, continúa siendo una vía poderosa para víctimas de crímenes como violencia doméstica, asalto o abuso sexual. El programa VAWA protege a quienes han sido maltratados por un cónyuge o familiar ciudadano o residente permanente. La T Visa sigue disponible para víctimas de trata humana o explotación laboral. Y para los jóvenes inmigrantes menores de 21 años que han sufrido abandono o abuso por parte de sus padres, la visa SIJS les abre un camino hacia un estatus legal permanente.
A pesar del miedo o la desinformación, miles de personas cada año logran presentar estos casos con éxito y obtener la protección que tanto necesitan.
¿Y mientras esperas? El permiso de trabajo es posible
Uno de los mayores temores de quienes inician estos procesos es no saber cómo sobrevivir económicamente mientras esperan la aprobación de su visa. Por eso existe el permiso de trabajo “bona fide”. Este beneficio permite que, si presentas tu caso de manera completa y adecuada, el gobierno te otorgue un permiso de trabajo temporal antes incluso de decidir tu solicitud oficial.
Esto no solo te da la oportunidad de trabajar legalmente, sino que también te protege contra la deportación durante el proceso. Además, con este permiso puedes tramitar tu número de seguro social, obtener una licencia de conducir en muchos estados y comenzar a construir un historial crediticio. Es una herramienta real para estabilizarte mientras esperas una decisión migratoria.
Un nuevo comienzo es posible
En La Firma Unida | La Liga Defensora hemos acompañado a cientos de personas que vivían con miedo, ocultas, pensando que ya no había opciones. Muchos no sabían que calificaban para una visa humanitaria hasta que se atrevieron a contar su historia. Hemos visto cómo, gracias a un permiso de trabajo aprobado bajo el criterio de bona fide, mujeres que sufrían violencia comenzaron una nueva vida. Personas que antes trabajaban en la sombra pudieron salir del empleo informal, asegurar su futuro y el de sus hijos, y dar pasos firmes hacia la residencia.
La clave es actuar. Mientras estés en el país, aún hay caminos. Lo primero es revisar tu historial migratorio con una FOIA y hablar con un abogado que entienda tu historia y sepa qué estrategia usar. Porque aunque no lo creas, aún hay esperanza.
El contenido de este blog es solo para fines informativos y no constituye asesoría legal.