En La Firma Unida | La Liga Defensora, recibimos muchas preguntas sobre casos de posesión de sustancias ilegales. La confusión más común es pensar que, si no es tuyo, no puedes ser acusado. La realidad es más compleja. La ley de California (y de muchos otros estados) establece que basta con que un objeto esté bajo tu control o acceso para que pueda considerarse posesión.
Posesión real vs. posesión constructiva
La posesión real es cuando la sustancia está físicamente contigo: en tu bolsillo, mochila o mano.
La posesión constructiva es cuando, aunque no la tengas encima, está en un lugar sobre el que tienes control o acceso, como tu casa, carro o taquilla. Esto significa que incluso si otra persona la dejó allí, podrías ser acusado si la fiscalía cree que tenías conocimiento de su existencia.
Estar presente en el lugar del hallazgo
Ir en un auto o estar en una habitación donde aparece una sustancia ilegal no te hace automáticamente culpable, pero puede llevar a una acusación. Si el objeto estaba en un área común, la policía puede arrestar a todos los presentes. La defensa, en estos casos, se centra en demostrar que no había control ni conocimiento por parte del acusado.
Guardar algo para otra persona
Aceptar guardar un paquete o pertenencia para alguien sin saber qué es puede ponerte en riesgo legal. Aunque no haya intención de cometer un delito, la fiscalía puede alegar que había motivos para sospechar del contenido. Este tipo de casos dependen mucho de la capacidad de la defensa para probar desconocimiento.
Medicamentos recetados sin receta válida
En California, tener medicamentos controlados sin receta vigente a tu nombre puede considerarse posesión ilegal. Esto incluye pastillas sobrantes de un tratamiento antiguo o medicinas que un familiar te dio. La ley no distingue entre “droga” y “medicamento” si se trata de sustancias reguladas.
Errores comunes al interactuar con la policía
Uno de los mayores errores es intentar explicar la situación sin asesoría legal. Cambiar la versión, dar detalles innecesarios o asumir que “no pasa nada” puede complicar el caso. El derecho a guardar silencio existe precisamente para evitar que declaraciones malinterpretadas se usen en tu contra.
Consecuencias más allá de lo penal
Un cargo por posesión puede afectar no solo tu historial criminal, sino también tus posibilidades de empleo, vivienda y, para quienes no son ciudadanos, tu estatus migratorio. Incluso un delito menor puede tener implicaciones en procesos de inmigración y en solicitudes futuras de beneficios.