¿Qué no hacer cuando te detiene la policía?

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Una simple interacción con la policía puede cambiar por completo el rumbo de tu vida, especialmente si no conoces tus derechos o actúas desde el miedo o la frustración. Hoy, en colaboración con La Liga Defensora, te explicamos los errores más comunes que cometen las personas al ser detenidas o interrogadas, y por qué incluso una frase mal dicha puede usarse en tu contra. 

Hablar de más: el error más común 

Muchas personas, al ser detenidas o enfrentadas por un oficial, sienten la necesidad de explicar su versión de los hechos de inmediato. Hablan, se justifican, intentan negociar o aclarar. Pero todo lo que digas, incluso si parece inocente, puede ser malinterpretado, manipulado o usado como base para formular cargos. Guardar silencio no significa ser culpable; significa ejercer tu derecho. Puedes decir con respeto que no hablarás hasta tener un abogado presente. Esa simple decisión puede marcar la diferencia entre una multa y una condena. 

La actitud puede escalar la situación 

Aunque no hayas hecho nada malo, el tono de voz, el lenguaje corporal o la actitud pueden interpretarse como falta de respeto o resistencia. Una respuesta sarcástica, un gesto agresivo o simplemente un tono desafiante pueden llevar a cargos como desacato o interferencia. Es importante mantener la calma, no discutir ni provocar. Muchas detenciones que pudieron haber terminado con una advertencia se transformaron en arrestos por culpa de una mala actitud. 

Grabar es legal, pero debe hacerse con cuidado 

En Estados Unidos tienes derecho a grabar a los oficiales siempre y cuando no interfieras con su trabajo. Sin embargo, si sacas el teléfono de forma brusca o te acercas demasiado, puedes generar una reacción de alerta. Es mejor grabar visiblemente, desde una distancia prudente, sin esconder el dispositivo ni confrontar. El objetivo no es provocar, sino protegerte con una prueba visual si la situación se complica. 

El celular es tuyo: no estás obligado a entregarlo 

A menos que exista una orden judicial específica, la policía no tiene derecho a revisar el contenido de tu teléfono. Incluso si insisten, puedes negarte educadamente con una frase como: “No doy mi consentimiento para que revisen mi teléfono.” Conocer este derecho es vital, ya que muchos casos terminan en arresto no por el hecho original, sino por la información encontrada de forma indebida en un celular entregado sin defensa. 

¿Y si no me leen mis derechos? 

Existe una creencia muy difundida de que, si un oficial no te lee tus derechos Miranda, no puede arrestarte. Esto es falso. La policía puede arrestarte sin leerlos, y lo hacen todos los días. Lo que no pueden hacer es usar tus declaraciones en un interrogatorio si no te leyeron tus derechos primero. Por eso, aunque estés bajo custodia, lo mejor es no decir nada hasta que llegue tu abogado, independientemente de si escuchaste o no el famoso “tienes derecho a guardar silencio.” 

Cuidado: los oficiales pueden mentir 

Esto sorprende a muchas personas, pero es completamente legal que un policía mienta durante un interrogatorio. Pueden inventar evidencia, decir que ya tienes una condena segura o que otra persona te acusó. Estos engaños están permitidos por la ley y se usan para provocar confesiones. Si no sabes esto, puedes caer en una trampa y terminar firmando algo que no deberías. Por eso, la regla de oro es simple: no hables. Espera a tu abogado. No hay mejor defensa que el silencio bien ejercido. 

El contenido de este blog es solo para fines informativos y no constituye asesoría legal. 

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